2. Dolores

Han pasado dos días desde que Marian me abandonó se fue.
Lola, la puta gata de Marian, en cambio, sigue aquí.
Lola y yo nos caímos como el culo más o menos al minuto dos de conocernos.
Odio los gatos desde que recuerdo.
Ayer me vino a la memoria el día que Marian apareció en casa con esa jodida gata blanca metida en esa especie de jaula transportanimales.
Me imagino que Lola pudo leer eso de "¡Hostiaputa! ¡Un GATO!" en algún rincón de mi cerebro.
Los gatos son condenadamente listos, dicen.
Me pregunto si Marian no se ha llevado a Lola con el resto de sus cosas por lástima y no dejarme solo del todo o porque sabía que me jodería tener que hacerme cargo de ese montón de pelo blanco al cual, por cierto, soy alérgico.

1 comentario:

  1. Le caiste mal en el minuto uno...
    Qué quieres hacer...son condenadamente listos los putos gatos...

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